Asociación de Profesionales Sudaneses: Un Rol Clave en la Revolución

Asociación de Profesionales Sudaneses: Un Rol Clave en la Revolución

La Asociación de Profesionales Sudaneses (APS) jugó un papel fundamental en la revolución sudanesa de 2018, que llevó al derrocamiento del régimen de Omar al-Bashir. Este artículo profundiza en la historia, estructura, alianzas y desafíos de la APS, centrándose en su importancia en el panorama político de Sudán.

Las raíces de la APS se encuentran en la rica historia del activismo sindical de Sudán, que se remonta a la época colonial. Los movimientos laborales jugaron un papel crucial en los levantamientos de 1964 y 1985, sentando las bases para el surgimiento de la APS. El régimen de al-Bashir reprimió activamente a los sindicatos, pero los esfuerzos clandestinos por organizarse persistieron.

La APS se formó en 2012, inicialmente centrándose en cuestiones profesionales como los salarios y las condiciones laborales. La organización aprovechó las redes sociales y una estructura descentralizada para movilizar apoyo y eludir la censura gubernamental.

La revolución de 2018 marcó un punto de inflexión para la APS. Inicialmente centrada en las quejas económicas, la APS se convirtió rápidamente en una voz líder en el movimiento para derrocar a al-Bashir. Sus llamados a protestas resonaron con el público y jugó un papel crítico en la coordinación de manifestaciones y la difusión de información.

La estructura organizativa de la APS evolucionó durante la revolución. Inicialmente compuesta por tres comités centrales (médicos, periodistas y abogados), se expandió para incluir una gama más amplia de grupos profesionales. Se establecieron nuevas oficinas para gestionar el creciente movimiento y sus relaciones externas.

Organigrama de la Asociación de Profesionales SudanesesOrganigrama de la Asociación de Profesionales Sudaneses

La APS formó alianzas con varias fuerzas políticas, lo que llevó a la creación de la coalición Fuerzas de la Libertad y el Cambio. Esta alianza más amplia tenía como objetivo negociar una transición al gobierno civil con los militares. Sin embargo, los desacuerdos internos y la dispersión violenta de una sentada complicaron el proceso.

Tras la destitución de al-Bashir, la APS participó en negociaciones con los militares, abogando por un gobierno de transición liderado por civiles. La APS nominó a personas para puestos clave, incluido el primer ministro Abdalla Hamdok. Sin embargo, surgieron tensiones entre la APS y el gobierno por las decisiones políticas y el ritmo de las reformas.

La APS enfrentó conflictos internos y desafíos para mantener la unidad. Los desacuerdos sobre las elecciones de liderazgo, las alianzas con grupos armados y el desempeño del gobierno provocaron divisiones dentro de la organización. Equilibrar sus roles profesionales y políticos resultó difícil.

El futuro de la APS sigue siendo incierto. Continúa abogando por reformas democráticas y justicia económica, pero su papel en el período de transición y más allá aún está evolucionando. La organización debe abordar las divisiones internas y adaptarse al cambiante panorama político para seguir siendo relevante. El legado de la APS, sin embargo, es innegable: movilizó con éxito un movimiento nacional que derrocó a un dictador y continúa abogando por un Sudán democrático.

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